¿Qué es una artista?
Daniela Ortiz, la creatividad para diseñar joyas.
¿Cómo nace un artista?
Una idea toma forma, poco a poco, en las páginas de un cuaderno. Primero, es una silueta abstracta y, progresivamente toma detalles y colores, hasta convertirse en un diseño. Daniela Ortiz es creadora de joyas y sueña su arte entre piedras, cristales y metales preciosos. Para ella, las ideas nacen en la cabeza y se materializan a través del talento y las manos en un proceso creativo gradual. Su experiencia deja lecciones que inspiran, a todos aquellos que lo necesiten, para darse cuenta de que están destinados a crear.
El inicio de tu creatividad
Los sueños existen para perseguirlos. Desde pequeña, Daniela se guió por ese principio. Sintió el llamado a su vocación para ser diseñadora de joyas, dándose cuenta de que las cosas tradicionales, como los deberes y la escuela, no eran para ella. Ese sentimiento de querer ir por fuera de lo convencional para forjar sus propios sueños es algo con lo que muchas personas se pueden identificar.
No es fácil ir contra corriente, pero como demuestran tantos emprendedores que arrancaron en un garaje como oficina, con persistencia se puede lograr.
Daniela utilizaba legos, flores e, incluso, objetos peculiares que hallaba en la basura para construir las joyas que le gustaba lucir de niña. Lo cual demuestra que hay que soñar en grande, pero empezar con proyectos realizables.
Daniela Ortiz encontró en sus creaciones una seguridad que no había sentido en ningún otro espacio, y las percibía como un manto protector, con ello supo que estaba destinada a crear. Los sueños son ese motor que nos mueve y nos da inspiración a diario, el lugar al que queremos llegar, y que nos motiva a dar un paso a la vez.
Los altos y bajos de vivir tus sueños
El camino hacia cumplir sueños suele ser duro, lleno de dificultades y giros. Como tantos que han apostado por perseguir sus propias ideas, a Daniela le ocurrió así. La idea de que la joyería no era un oficio del cual iba a poder vivir, era algo que las personas a su alrededor repetían y comenzó a dudar de su arte, de su capacidad, de sí misma como creadora. La incertidumbre, los miedos y las indecisiones son fantasmas con los que muchos soñadores se han topado en su recorrido.
Es de valientes atreverse a crear, ver ese horizonte lleno de altos y bajos. Pero todo gran viaje comienza con un primer paso y eso es algo que todo aquel dispuesto a crear debe hacer. Daniela tomó el suyo: decidió sacar un préstamo y asistió a una escuela especializada en diseño y producción de joyas.
El aprendizaje fue un desafío, pero continuó, ante todo. Es importante recordar que el camino hacia la creación es siempre retador: la experiencia se adquiere a través de los tropiezos que se superan.
Materializa ideas en tu arte
Cada dije que integra las joyas de Daniela comenzó como una idea. Así arrancan los conceptos a lo largo del sistema creativo de las personas que luego terminan en ejecuciones. Quien ha tenido una buena idea la ha sentido aparecer en su cerebro. El siguiente paso es trasladarla hacia el movimiento para tangibilizarla. Pocas cosas se desperdician más que las ideas por falta de acción. Las creaciones, grandes y pequeñas, germinan desde los pensamientos de todas las personas, y pueden llegar al mundo a través de algo tan elemental como lápiz y papel. La clave es atreverse a materializar esa gran idea y verla surgir con el tiempo y la constancia.
¿Cómo ser creativo?
Encontrar ese motivador: una necesidad, un sentimiento, una reflexión. Crear es subjetivo y cada uno debe buscar ese algo especial que señale el camino. No es lo mismo para todos y hay que tener cuidado con seguir modas y tendencias. Se debe tener pasión por ese motivador o el camino para construirlo se desvanecerá más temprano que tarde. Por tanto, la grandeza de aquello que se esté dispuesto a construir solamente la determina uno mismo. Las historias de creación son relatos universales porque parten de un lugar en el que todos se han encontrado. Aquí se plasman enseñanzas recopiladas a lo largo de senderos retadores, pero igualmente bellos.
Descubre tu propio proceso de creación artística:
- Cree en ti mismo y en tu idea: Tener fe en uno mismo es la puerta al proceso creativo.
- Atrévete a dar el paso y ponte a trabajar: Poner manos a la obra constituye la base de todo lo que sucederá a continuación.
- Es normal tener miedo: No te castigues por temer. Al contrario, convierte los miedos en motivación para seguir adelante.
- Las mejores lecciones provienen de los errores: Estar consciente de que habrá errores sobre la marcha y saber identificar las moralejas en ellos es el mejor sistema de aprendizaje.
- Identifica cuando pausar y darte tiempo: Reconoce la necesidad de desconectar y tomarte un descanso. La creatividad no es una vía rápida, sucede poco a poco.
- Ten tus propios rituales: Sal por una caminata, come tu plato favorito, ten una sesión de escucha musical. Descubre tus ganas de crear en las cosas cotidianas que más disfrutas.
- Adáptate a los cambios: Ajustarse a las circunstancias es la mejor manera de evolucionar.
- Crear es acerca del proceso: La creación es un camino delicioso y saborear al máximo cada segundo del recorrido solo es posible una vez se lo intenta.
Mira el arte en todo lo que haces
Vivir un proceso creativo profundo es crear dos veces. Se creó algo en el mundo exterior –un resultado tangible-, pero también se produjeron cambios dentro del creador, que no empezó siendo el mismo que luego del proceso. Crear es aferrarse y soltar, dejar que todo, incluido uno mismo, tome vuelo y surja.