Por DinersClub |

Una experiencia íntima y exclusiva con uno de los músicos más prodigiosos de América Latina: Gustavo Santaolalla.

Su éxito y su disciplina, y también sus pasiones y sus facetas desconocidas en un encuentro irrepetible.

El porteño, Gustavo Santaolalla, es uno de los músicos latinos más importantes actualmente. No solo por el éxito de sus propias producciones, sino también por haber sido el comandante del sonido de grandes representantes del rock en español: Café Tacvba, Caifanes, Los Prisioneros, Fobia, Molotov, entre otros. Un grande de la música, de esos que aparecen pocos en cada generación.

Por eso, Marcelo Merino siempre quiso conocerlo. Con frecuencia la banda sonora de la vida de Marcelo, la que acompañó sus mejores momentos, fue compuesta por Santaolalla: la mezcla de beat y bandoneón en Bajofondo Tango Club; los sonidos más dramáticos de la película Babel, por la que ganó un Oscar; o la nostálgica música de Brokeback Mountain, por la que ganó otro Oscar.

“Ya solamente estar acá, el corazón explota”, dijo Marcelo lleno de emoción a su llegada al aeropuerto de Buenos Aires. Una cita con Santaolalla era para este ejecutivo ecuatoriano un sueño por cumplir. Junto a su hija Camila vivió una experiencia TITANIUM realmente emocionante: viajó de Quito a Buenos Aires, recorrió la “ciudad de la furia”, disfrutó de la elegancia del famoso hotel Alvear Art del barrio de Recoleta y tuvo la oportunidad única de conocer a Santaolalla en su faceta más destacada, como músico, y en una de sus caras poco conocidas, como sibarita conocedor del mundo del vino y la gastronomía.

En medio de este inolvidable viaje, Marcelo y Camila tuvieron acceso a un acontecimiento que muy pocos pueden presenciar: la prueba de sonido para el concierto de Gustavo Santaolalla. Sentados en las graderías desocupadas del renovado teatro Coliseo pudieron ver la maestría de Santaolalla y sus músicos afinando sus instrumentos y preparando los últimos detalles para la presentación de la noche. Y allí, además tuvieron la oportunidad de conocer a Gustavo brevemente, tan solo como un abrebocas de lo que vendría más adelante. “Me encanta Ecuador –confesó Gustavo en su primer encuentro en el backstage– la última vez que estuve pasé unos días en Galápagos”.

En vivo con Santaolalla

Cada presentación de Gustavo Santaolalla es especial, por la propia pureza y singularidad de su música. Sin embargo, el show de su gira “Desandando el camino” lo fue aún más, puesto que el porteño reunió en el repertorio una retrospectiva de su prolífica carrera musical, abarcando desde sus primeros años de Arco Iris hasta los éxitos del tango electrónico, sus discos solistas, las bandas sonoras compuestas para películas y hasta la música para el famoso videojuego The Last of Us.

Marcelo y Camila fueron espectadores privilegiados en una ubicación ;especial, y pudieron presenciar llenos de emoción cómo Gustavo se lució en el escenario con cada acorde y cada canción, dejando ver las razones de su éxito en el universo de la música. Fue una noche inolvidable, con Santaolalla dando lo mejor de su maestría a su ciudad natal, acompañado por el violinista Javier Casalla, quien lo ha acompañado durante gran parte de su vida artística; la melodiosa voz de Barbarita Palacios y la destreza en el contrabajo y chelo de Nicolás Rainone, entre otros músicos de igual renombre.

Éxito, música y vino

¿Si tuvieras frente a frente a una de las personas que más admiras, qué le dirías?

Unidos por la música y el vino, ciertamente Gustavo y Marcelo tenían mucho más de qué hablar. La experiencia no podía terminar de una manera diferente que en una irrepetible cena en la que Gustavo se presentó de una manera íntima y generosa, y mostró su lado más humano hablando de las pasiones que lo conmueven.

Allí, pusieron sobre la mesa distintos temas, como la pasión de Marcelo por los viajes, la música y la gastronomía, o la de Santaolalla por la enología y el vino. De hecho, el músico compartió el emprendimiento vinícola que lleva con su familia: “Siempre sentí que el vino era algo que comulgaba muy bien con el arte”.

Así, junto a TITANIUM, estos dos hombres tuvieron la oportunidad de poner sus pasiones frente a frente. “Quedé impresionado del nivel de detalle y exigencia, y la buena onda. La perfección no es coincidencia”, le dijo Marcelo a Gustavo. Al igual que Marcelo, con TITANIUM tú puedes ser el próximo protagonista.

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